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Mostrando entradas de marzo, 2018

Cambiar de ideas

Cuando me corro me convierto en un adulto al que lo único que le apetece es estar solo. Todas las mujeres fueron como relámpagos: me hicieron daño al caer sobre mí, pero iluminaron brevemente la noche. Sin embargo, cambian las ideas. Con los años empieza a haber un peregrinaje del corazón a la cabeza; las hormonas se van convirtiendo en viejas manchas de sangre que no salen con nada. Se vive mejor a oscuras, sin relámpagos. Sin noches eléctricas. Sin expediciones salvajes hacia lo desconocido: sin esperar a alguien a quien mimar con pan y con estufas. No hay tristeza en este cambio de ideas. A veces, por la calle, te encuentras con algunos perros que parece que estén tristes y sin embargo, de repente, giran la cara y le sonríen al viento. La vida es un pájaro que canta sobre un árbol abofeteado por el dióxido de carbono. Qué grato es ser una adulto que sabe bien que se vive mejor a oscuras. Parece que estén tristes, pero qué grato es ser como

Nota a los editores

Empiezo a tomarme una cerveza en una terraza. La tarde cae y se hace sangre en las rodillas. Vengo de la oficina de correos. Mis pájaros han echado a volar hacia una editorial. No quiero tener buena suerte, solo quiero que lean el poemario. Les he adjuntado esta nota a los editores: "{...] sé que este libro es largo, pero no puedo elegir un fragmento o trocearlo. Sería como si un mafioso os enviara un sobre con un dedo o un saco con un cabeza cortada".

Arded, gemelas

Todos los poemas deberían ser peligrosos. Todos deberían prenderle fuego a los lectores y también llevar a los poetas a compadecer ante los tribunales. Los poemas que traen sonrisas, guiños de complicidad o palmaditas en el hombro no son poemas, son azúcar mezclado con sobras bonitas, con escombros. Los poemas siempre traen problemas. En algunos poemas me he casado. En otros me pongo a charlar con el hijo que nunca he tenido. Hay poemas incluso en los que he triunfado y otros en los que he asesinado a un montón de inocentes. Mi propio abuelo, muerto desde hace dos años, a menudo es resucitado para este poemario. Me quería mucho; viene siempre que lo llamo. Se trae su viejo coche sus cejas de búho astuto y charla conmigo un rato. Los únicos incendios a los que puedes sobrevivir son los que tú mismo planeas. Llevad siempre una caja de cerillas encima. Lo que intento decir es que me he cansado de las gemelas. Laura y Anabel se lo ponen demasia

Pigmalión

Cada vez entiendo mejor el verdadero significado del mito de Pigmalión. Pigmalión eran un rey cansado de buscar reina. -Concededme que lo único que nos cansa de verdad es buscar y buscar sin encontrar lo que se buscamos- Al final, el rey se compró una tonelada del mármol más puro y blanco y él mismo cinceló a la mujer de sus sueños. Ahora salid vosotros a ese mundo cruento y encontrad el amor. Buscadlo en esas ciudades llenas de coches a los que les dará igual atropellaros. Extraed a una sola persona especial de esas ciudades llenas de escuelas que están llenas de adolescentes que se insultan unos a otros o bien se envían fotos desnudos bajo la desatenta mirada de algún funcionario que soñó con dar clases y que ahora sueñan con no darlas. El mundo es un viejo que resuella inclinado sobre sus propias rodillas porque la gente huye hacia adelante teniendo hijos a los que solo puede legarles las preguntas que ellos mismos no supieron contestarse.