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Mostrando entradas de agosto, 2020

Capas de pintura

Yo, que me prometí que nunca tendría los problemas dentales que tuvieron mis padres. Yo, que siempre me dije, que era imposible que mis pies terminaran siendo tan feos como los de ellos, ahora abro la boca delante del espejo y examino mis muelas sin entenderlas. Incluso a veces, le pido a Andrea que me dé masajes en los pies porque me duelen como les dolían a ellos. Andrea y yo nos hemos ido a vivir a la casa que nos ha dejado mi madre. La casa de mi infancia. La primera que se compró mi abuelo con el sueldo de la fábrica. Empiezo a tener el mismo miedo que siempre han tenido todos los miembros de mi familia; miedo de mirar por la mirilla y ver el hambre al otro lado. Andrea y yo hemos cambiado al distribución de los muebles. Para ahorrar dinero, hemos decidido pintar nosotros mismos el piso. Al quitar el papel de las paredes había moho. Debajo del moho había más pintura. Y debajo de esa pintura, otra capa de papel y debajo más pintura. Cuando hemos empezado a quitar el papel ha sido c

La historia del cuchillo del mango rojo

Qué mal duermo. Las hienas y los camiones de basura siempre se llevan mi sueño. Cada vez, me avergüenza más ir pasando por las edades por las que yo recuerdo haber visto pasar a mis padres. Me siento menos hijo, menos nieto, más desarraigado y más padre de una vida que aún no ha llegado a ningún puerto. Lo único bueno es que Andrea y yo cada vez nos parecemos más al matrimonio de la peli de UP: Hacemos planes, miramos nubes y rompemos la hucha para reformar la casa. El otro día estuvimos haciendo recuento de cubiertos. Andrea se paró delante de un cuchillo con el mango rojo y me preguntó, ‘¿Y este cuchillo? ¿Cómo es que solo tienes uno con el mango rojo?’ No me atreví a contarle que ese cuchillo lo compré hace 16 años en París. Estaba con Leila, mi primera novia, en el hotel y nos dimos cuenta de que nos hacía falta un cuchillo con el que untar el paté. A los tres días de estar en París Leila y yo nos fuimos a dormir enfadados. De madrugada me desperté y vi que Leila estaba rodando otr