Con 10 años no sabía que a veces el flash de las cámaras de fotos hace que la gente fotografiada aparezca con los ojos rojos. Estábamos en casa de un familiar lejano. Más que lejano, diría que remoto. Estos parientes que no son ni de sangre ni de leche. Sino que son el primo de alguien que sí que es tu primo. El caso es que había un chaval de mi edad. Puede que un poco más mayor y por eso más chulo. Me enseñó una foto en la que aparecía un montón de gente completamente normal a excepción de los ojos: eran rojos. El chico no me dejó tiempo para preguntar, simplemente me espetó: Son demonios. Son una sociedad de demonios de ojos rojos. Anda ya, repuse yo. Que sí, coño. ¿Por qué te piensas que tienen los ojos rojos? Pero no le digas nada a nadie. Solo lo sabemos tú, yo y otro amigo mío. No no, no digo nada. El chico me tendió la foto para que la observara mejor. Si no fuera por esos ojos sanguinolentos que lo demonizaban todo aquella gente hubiera pasado por gente perfectamente normal y c