El poema "Una fot o de la vejez" me ha recordado, forzosamente, a la primera vez que me dio por hacer un poema basado en encabalgar un texto instructivo de manera que emergiera esa potencia que existe en casi cualquier texto cotidiano y bien redactado. Esto me hace pensar en los re franes. En el Quijote, muchas veces, Sancho mete refranes sin ton ni son y el resultado es tosco, desajustado y muy deslucido. Sin embargo, cuando el propio Quijote utiliza bien un refrán este vuelve a brillar y se produce un ajuste que le devuelve a los refranes su calidad original de sentencia. Cuando un refrán se desenfunda en el momento correcto es potente y precioso, y es muy fácil convertirlo en un verso efectivo: Agua que no es de beber... déjala correr. Volviendo al texto del que me he acordado debido a "Una foto de la vejez", tengo que decir que es un poema que trata sobre cómo ponerse a salvo del fuego. Eso es lo que siempre intenté hacer con mi querida (y od