Escritores de mierda No existe el terror a la página en blanco. Quienes han hablado de eso no eran escritores, sino gente a la que le hubiera gustado serlo. Yo me lanzo a por las páginas en blanco ardiente, impaciente, ahuyentado de casi todo menos de mis ganas por contar algo. Admito que los escritores siempre nos sentimos un poco heridos porque hay una parte de nuestra obra que solo podemos comprender nosotros mismos. Cuanto mejor es un escritor menor es la parte de su obra que solo puede comprender él mismo, pero siempre hay algo que se pierde por el camino: una caja que se ha extraviado en el camión de la mudanza o bien un recuerdo que se ha dado un golpe durante el traslado. Por ejemplo la imagen mental que tenías de aquel día de verano en el que hacía tanto sol que las hormigas se volvieron amarillas mientras huían en fila india con sus paraguas de pan. Al final, lo que uno termina escribiendo es siempre un charco en el que se refleja m