El otro día me compré una silla rebajada por el Black Friday. Tenía que ir un poco lejos a buscarla, así que busqué en la información del email cuánto pesaba el bulto: 10 kilos. ¿Puedo yo sostener 10 kilos durante un rato prolongado? Y entonces me asaltó el recuerdo de que 10 kilogramos era exactamente lo que pesaba la Cristi. Yo la cogía en brazos unos metros antes de llegar al veterinario para calmar sus temblores de miedo. También la alzaba en mis brazos cuando la llamaba desde lejos y venía corriendo, para clavarse contra mí, con esa sonrisa que solo tienen los perros.