El otro día
me compré una silla rebajada
por el Black Friday.
Tenía que ir un poco lejos a buscarla,
así que busqué en la información del email
cuánto pesaba el bulto:
10 kilos.
¿Puedo yo sostener 10 kilos
durante un rato prolongado?
Y entonces me asaltó el recuerdo
de que 10 kilogramos
era exactamente
lo que pesaba la Cristi.
Yo la cogía en brazos
unos metros antes de llegar al veterinario
para calmar sus temblores de miedo.
También la alzaba en mis brazos
cuando la llamaba desde lejos
y venía corriendo,
para clavarse contra mí,
con esa sonrisa
que solo tienen los perros.