El otro día
después de tomar unas cervezas
me puse a llorar porque me acordé
de mi perra muerta.
después de tomar unas cervezas
me puse a llorar porque me acordé
de mi perra muerta.
Me acordé de que su barriga olía
a sol y a aburrimiento.
a sol y a aburrimiento.
Cuando salía con ella por la calle
algunos conocidos se burlaban de su rabito corto
y me preguntaban que si se lo habíamos cortado cuando nació.
Yo bajaba los ojos
y sonreía, pero con la voz
del pensamiento les decía:
Ojalá le hubieran cortado el rabo
a tu puto padre.
algunos conocidos se burlaban de su rabito corto
y me preguntaban que si se lo habíamos cortado cuando nació.
Yo bajaba los ojos
y sonreía, pero con la voz
del pensamiento les decía:
Ojalá le hubieran cortado el rabo
a tu puto padre.
Escribo tantos poemas sobre mi perra
porque los perros muertos
continúan ladrándole a sus dueños vivos
porque los perros muertos
continúan ladrándole a sus dueños vivos
Escribo tantos poemas sobre mi perra
porque un perro es lo más importante
que puede ocurrirle a un niño.
porque un perro es lo más importante
que puede ocurrirle a un niño.