Hoy he tenido un sueño precioso.
Yo era un perro
y Andrea me sacaba de paseo.
Yo hacía pis en los árboles
sin que Andrea me regañase,
saludaba a los vecinos que me caen bien
con un ladrido
y con un instante de esa sonrisa interminable
que solo tienen los perros.
Después Andrea
se sentaba en un banco
y empezaba a rascarme el lomo.
Yo le lamía la mano,
agradecido,
y entonces ella me preguntaba
¿Cuándo tendremos un hijo?
Yo empezaba a ladrarle
que no era una buena idea
pensar en tener niños
mientras el mundo se desmorona.
Pero entonces me acordaba de una cosa
que me dijo mi abuelo hace tiempo.
Ahora la gente se piensa mucho lo de tener hijos,
pero antes se tenían niños
incluso mientras caían bombas.
Yo era un perro
y Andrea me sacaba de paseo.
Yo hacía pis en los árboles
sin que Andrea me regañase,
saludaba a los vecinos que me caen bien
con un ladrido
y con un instante de esa sonrisa interminable
que solo tienen los perros.
Después Andrea
se sentaba en un banco
y empezaba a rascarme el lomo.
Yo le lamía la mano,
agradecido,
y entonces ella me preguntaba
¿Cuándo tendremos un hijo?
Yo empezaba a ladrarle
que no era una buena idea
pensar en tener niños
mientras el mundo se desmorona.
Pero entonces me acordaba de una cosa
que me dijo mi abuelo hace tiempo.
Ahora la gente se piensa mucho lo de tener hijos,
pero antes se tenían niños
incluso mientras caían bombas.