Dime que al final del día seremos serpientes.
Meteremos nuestras prendas
en el cesto de la ropa sucia, y también nos quitaremos
los brazos y las piernas
como si todo fuera la muda
de una piel antigua.
Llegaremos a la cama reptando,
hermosos, puros
como dos ingredientes
que se sonríen
antes de descubrir algo juntos.
Llegará el día
en que nos mostraremos nuestras radiografías.
Señalaremos aquí,
aquí donde el relámpago de la fractura
cruza
por la nube de nuestros huesos de niño.
Intercambiaremos la prosa científica
de nuestros análisis de sangre.
El mal aliento será bueno.
Llegará ese día,
para eso está la vida; para que llegue ese día
en que estaremos autorizados.
No habrá más tráfico
que impida que uno cruce hasta el otro.
Ten por seguro
que ensangrentaremos los relojes
con nuestras nuevas aventuras.
Umbilicaremos nuestro viaje.
Seremos cordones unidos.
Tubos para juntar la suerte. Cilindros.
Serpientes.
Meteremos nuestras prendas
en el cesto de la ropa sucia, y también nos quitaremos
los brazos y las piernas
como si todo fuera la muda
de una piel antigua.
Llegaremos a la cama reptando,
hermosos, puros
como dos ingredientes
que se sonríen
antes de descubrir algo juntos.
Llegará el día
en que nos mostraremos nuestras radiografías.
Señalaremos aquí,
aquí donde el relámpago de la fractura
cruza
por la nube de nuestros huesos de niño.
Intercambiaremos la prosa científica
de nuestros análisis de sangre.
El mal aliento será bueno.
Llegará ese día,
para eso está la vida; para que llegue ese día
en que estaremos autorizados.
No habrá más tráfico
que impida que uno cruce hasta el otro.
Ten por seguro
que ensangrentaremos los relojes
con nuestras nuevas aventuras.
Umbilicaremos nuestro viaje.
Seremos cordones unidos.
Tubos para juntar la suerte. Cilindros.
Serpientes.