Eres de lo que no hay, le dijo la joven al monstruo de cinco cabezas y tres ojos.
Es una micronovela , y no un microrrelato porque condensa dentro de sí muchas preguntas: ¿Qué relación mantienen la joven y el monstruo? ¿Dónde se encuentran? ¿Si el monstruo quiere hacerle daño, podría ella permitirse la frivolidad de hacerle un juego de palabras así? ¿Y entonces? ¿Es una historia de amistad? Pero, de ser así, la escueta descripción del monstruo intenta presentárnoslo como algo decididamente terrorífico; tiene múltiples cabezas, lo cual, metafóricamente, indica inestabilidad psíquica. Además, solo tiene tres ojos para cinco cabezas: hay, como poco, dos cabezas ciegas, lo que plantea una dicotomía entre visión (saber lo que se hace) y ceguera (no saber lo que se hace).
Analicemos ahora un poco el personaje femenino de esta micronovela: si aceptamos que el monstruo es terrorífico (y lo es, teniendo en cuenta no solo los cánones occidentales), ¿cómo es que la chica puede ser tan cínica como para lanzarle a la cara (a las caras) ese juego de palabras al monstruo? ¿Es una chica inteligente, independiente y emancipada que ha logrado empoderarse? Pero, por otro lado, ¿no es demasiado joven para que las lecturas, las experiencias, la educación -o cualquier otro canal- hayan podido penetrarla? Si parece poco probable que una chica tan joven (parece que menor de 30 años) haya podido realizarse escapando al yugo del patriarcado, entonces... ¿Estamos ante un cuento ambientado en el futuro? ¿Un futuro en donde el feminismo, por suerte, esté más asentado y las mujeres (y los hombres) no tengan que esforzarse por llegar hasta él, sino que este sea la tónica imperante?
Es una micronovela , y no un microrrelato porque condensa dentro de sí muchas preguntas: ¿Qué relación mantienen la joven y el monstruo? ¿Dónde se encuentran? ¿Si el monstruo quiere hacerle daño, podría ella permitirse la frivolidad de hacerle un juego de palabras así? ¿Y entonces? ¿Es una historia de amistad? Pero, de ser así, la escueta descripción del monstruo intenta presentárnoslo como algo decididamente terrorífico; tiene múltiples cabezas, lo cual, metafóricamente, indica inestabilidad psíquica. Además, solo tiene tres ojos para cinco cabezas: hay, como poco, dos cabezas ciegas, lo que plantea una dicotomía entre visión (saber lo que se hace) y ceguera (no saber lo que se hace).
Analicemos ahora un poco el personaje femenino de esta micronovela: si aceptamos que el monstruo es terrorífico (y lo es, teniendo en cuenta no solo los cánones occidentales), ¿cómo es que la chica puede ser tan cínica como para lanzarle a la cara (a las caras) ese juego de palabras al monstruo? ¿Es una chica inteligente, independiente y emancipada que ha logrado empoderarse? Pero, por otro lado, ¿no es demasiado joven para que las lecturas, las experiencias, la educación -o cualquier otro canal- hayan podido penetrarla? Si parece poco probable que una chica tan joven (parece que menor de 30 años) haya podido realizarse escapando al yugo del patriarcado, entonces... ¿Estamos ante un cuento ambientado en el futuro? ¿Un futuro en donde el feminismo, por suerte, esté más asentado y las mujeres (y los hombres) no tengan que esforzarse por llegar hasta él, sino que este sea la tónica imperante?