Últimamente, Andrea duerme abrazada
a un tiburón de peluche
que le regalaron sus compañeros de piso.
Le pusimos de nombre ‘Cosme’
porque los tiburones
tienen esa boca enorme
que parece hecha expresamente
para ‘cosmer’ buzos
y aspirar peces.
Cuando miro a Cosme,
recuerdo que los tiburones de los documentales,
lejos de parecerme feroces,
siempre me dieron la impresión
de ser como niños sin amigos
que nadan tristes
a un tiburón de peluche
que le regalaron sus compañeros de piso.
Le pusimos de nombre ‘Cosme’
porque los tiburones
tienen esa boca enorme
que parece hecha expresamente
para ‘cosmer’ buzos
y aspirar peces.
Cuando miro a Cosme,
recuerdo que los tiburones de los documentales,
lejos de parecerme feroces,
siempre me dieron la impresión
de ser como niños sin amigos
que nadan tristes
mientras suplican una ortodoncia.