Debería cansarme del mundo
y ocuparme solo de nuestra sonrisa.
Debería tener más capacidad de luz,
y limitarme
a militar en cada pedazo de ahora.
A veces solo quiero agachar la cabeza
delante de ti,
como si fueras una maestra buena
que me anda riñendo siempre.
No te imaginas,
cuánto me apetece a veces
atosigar con nosotros
este último sol.
Pero es que me importa todo.
Es que rujo íntimamente.
Es que la muerte,
cada vez más a menudo,
llama a mi puerta con su oscuro
ding-dong.
Qué miedo. Qué terror
ser tan solo yo, a pesar
de que sea contigo.
Me caigo en un vacío lleno de estrellas
y de planetas apabullantes.
El terror a dejar de existir que ya me asaltaba de niño
cada vez me lapida más.
Tengo que seguir escribiendo
para que mis textos me resuciten
o para que, al menos,
en el futuro
todos sepan
que siempre fui bueno con los pájaros
y que nunca intenté atrapar ninguno.
y ocuparme solo de nuestra sonrisa.
Debería tener más capacidad de luz,
y limitarme
a militar en cada pedazo de ahora.
A veces solo quiero agachar la cabeza
delante de ti,
como si fueras una maestra buena
que me anda riñendo siempre.
No te imaginas,
cuánto me apetece a veces
atosigar con nosotros
este último sol.
Pero es que me importa todo.
Es que rujo íntimamente.
Es que la muerte,
cada vez más a menudo,
llama a mi puerta con su oscuro
ding-dong.
Qué miedo. Qué terror
ser tan solo yo, a pesar
de que sea contigo.
Me caigo en un vacío lleno de estrellas
y de planetas apabullantes.
El terror a dejar de existir que ya me asaltaba de niño
cada vez me lapida más.
Tengo que seguir escribiendo
para que mis textos me resuciten
o para que, al menos,
en el futuro
todos sepan
que siempre fui bueno con los pájaros
y que nunca intenté atrapar ninguno.